Una increíble reflexión sobre la situación actual y sobre nosotros mismos.
Hemos contactado con Irene Sendino, la autora del vídeo que se ha viralizado en las redes, una joven estudiante de medicina que nos anima en estos días a dar una mirada global al panorama actual y a pensar en lo que realmente nos importa a cada uno de nosotros.
A día de hoy nos vemos inmersos en una situación que nunca antes habíamos vivido. El nuevo coronavirus -COVID-19-, nos ha traído hasta aquí una situación que, si meses atrás nos lo hubiesen contado, no nos lo hubiésemos creído. Un cambio radical en nuestras vidas que sin duda dejará una inmensa huella en la historia de la humanidad.
Desde OLÉCOOL queremos mandar un mensaje esperanzador a todo el mundo, y es que nunca antes lo habíamos tenido tan fácil, si queremos vencer, únicamente debemos quedarnos en casa, es la mejor manera de combatir este virus. Tenemos a nuestra disposición un grupo maravilloso de personas y profesionales trabajando en exclusiva para todos nosotros, día y noche. Héroes sin capa, ataviados con mascarillas, guantes y trajes de protección que luchan para que, unos meses más tarde, todo esto solo quede en un mal sueño y los abrazos y besos sean más intensos que nunca. Si combatimos unidos, venceremos. #quedateencasa #yomequedoencasa
En un abrir y cerrar de ojos todo puede cambiar
En un abrir y cerrar de ojos todo puede cambiar, nos cierran las fronteras, los hospitales se saturan, nos limitan salir a las calles y la histeria social se desata. Agotamos la existencia de mascarillas, los supermercados se vacían y las noticias falsas crecen como la espuma. Pero de pronto nos damos cuenta que echamos de menos lo que de verdad nos han arrebatado, el contacto real. Al principio mirábamos este virus con recelo, sin darnos cuenta de que nos estaba brindando una oportunidad para parar, en una sociedad en la que la productividad y el consumo prima, se nos impone parar, pero parar de verdad.
Parar las carreteras, los aeropuertos, las estaciones de trenes, parar los viajes incontrolados, las fiestas sin motivo, las largas jornadas de trabajo, el hacer por hacer, sin pensar el por qué ni el para qué.
Y en esa búsqueda incesante por llenar nuestros los bolsillos nos damos cuenta de que lo importante y lo que verdaderamente nos hace felices ya lo tenemos y está más cerca de lo que nos pensamos.
Toca estar con uno mismo, ponerte a hacer eso que siempre querías hacer y para lo que nunca encontrabas tiempo suficiente. Leer y releer tu libro favorito, charlar con los tuyos, salir al balcón a conocer a tus vecinos, devolver el valor a los abrazos, a los besos, a las comidas familiares y a las cañas con amigos. En una situación sin precedentes donde el individualismo no es una opción. Este virus nos ha enseñado la fragilidad de la vida, que no somos perdurables ni imprescindibles. Que todo lo que tenemos puede evadirse en cualquier momento y que lo único que nos puede hacer salir de esta, es unirnos. Unirnos sin importar la raza, sexo, edad, religión o ideas políticas, unirnos como personas y cuidarnos como humanidad.
Y yo me pregunto, ¿Porque nos da miedo parar? Porque quizás lo que nos da miedo es pararnos a pensar. Pensar en que hemos estado empleando todo nuestro tiempo hasta ahora y con quien en si de verdad hemos sido felices y en que si todo esto acabara aquí y ahora el viaje haya merecido la pena.
Autora del texto: Irene Sendino @irenesendino96
Estos son el tipo de artículos que debemos compartir, gracias Irene.